Grandes proyectos de regadío y modelos agrícolas (Ed. # 42)

Al pretender contribuir simultáneamente al desarrollo de la agricultura empresarial y de la agricultura familiar, la mayoría de los grandes proyectos de regadío promovidos actualmente por los gobiernos y las agencias internacionales de desarrollo (a menudo mediante asociaciones público-privadas) institucionalizan de facto un cierto “dualismo” de la agricultura.

Este dualismo, que resulta de un equilibrio de poder, es fuente de múltiples contrasentidos y revela una enorme falta de comprensión de la economía agrícola real. Se persiste contra viento y marea en oponer la agricultura « comercial » y la « familiar », como si los agricultores familiares no estuviesen desde hace ya mucho tiempo integrados a los intercambios comerciales y como si una parte considerable de lo que producen no estuviese destinada a la venta. Y se insiste en oponer a los “inversores”, entiéndase el “sector privado”, a los agricultores familiares como si éstos no representasen actores privados capaces, en cierta medida, de invertir.

Además, estos proyectos, cuya componente « privada » corresponde a grandes explotaciones agrícolas, a menudo especializadas en una sola producción, cuyo funcionamiento depende en gran medida del uso de insumos sintéticos y que recurren exclusivamente al trabajo asalariado, parten de 2 hipótesis poco cuestionadas:

1 / Estas grandes explotaciones permitirían obtener mejores resultados económicos… esto queda por demostrar caso por caso… pero ante todo, ¿de acuerdo à qué criterios económicos se miden dichos resultados? ¿La capacidad para hacerse con el control de mayores cuotas en los mercados internacionales (la famosa « competitividad »)? ¿La rentabilidad financiera del capital invertido? ¿La creación de valor agregado? ¿La productividad del trabajo? ¿La de la tierra? ¿La creación de empleo?

2 / Estos inversores aportan unos capitales a un sector agrícola muy necesitado en ese sentido ¿Pero realmente aportan capital productivo? ¿Qué tipo de capital y cómo? ¿Cuándo? Dejar atrás estas oposiciones sin sentido – comercial / familiar, sector privado / agricultura familiar – y cuestionar las dos hipótesis que preceden es un primer paso para entender las diferencias fundamentales entre estos dos tipos de agricultura.

Un empresario – o un accionista – que invierte su capital en la agricultura en lugar de en otro sector de la economía, primero analiza la rentabilidad financiera de su inversión, es decir, la capacidad de su inversión para remunerar a los propietarios del capital. Para aumentar dicha rentabilidad es necesario aumentar la productividad del trabajo (en particular gracias a la motorización) y reducir al máximo los gastos, sabiendo que en este tipo de explotaciones agrícolas que dependen exclusivamente de la fuerza de trabajo asalariada, el trabajo se considera como un gasto… Se trata, por lo tanto, de reducir la masa salarial tanto como sea posible: reducción de la fuerza de trabajo, aumento de la flexibilidad de los contratos, precariedad, disminución de los salarios, etc. La inversión realizada puede ser de esta manera muy eficaz desde un punto de vista financiero… Pero no así desde el punto de vista económico si se considera el criterio del valor agregado o el de la productividad de la tierra (valor agregado por unidad de superficie). En cuanto a la distribución de dicho valor, siempre se realiza en detrimento de los trabajadores y del empleo.

En el caso de la agricultura familiar, lo que más cuenta son los ingresos agrícolas. Es este ingreso (la parte del valor agregado que remunera al productor a la que pueden sumarse las subvenciones recibidas) que permite satisfacer las necesidades de la familia y, en ciertos casos, invertir para aumentar el capital. Los agricultores familiares también tratarán de aumentar la productividad de su trabajo; pero dicho trabajo no puede considerarse un gasto como tal. Lo que tratan de reducir es la penosidad del trabajo que realizan, ¡no su coste monetario! El interés de estos agricultores es, por lo tanto, aumentar la productividad del trabajo y asegurarse de que la mayor parte del valor agregado sirve para remunerar el trabajo familiar y mejorar las herramientas de producción, unos objetivos que coinciden con el interés de la colectividad: mayor riqueza creada por unidad de superficie y una distribución de dicha riqueza favorable al empleo y a la inversión.

* Hubert Cochet es profesor de la Cátedra de Agricultura Comparada de AgroParisTech. Es miembro fundador de AGTER.

Traducción al castellano: Samir El Ouaamari

Diversos

Las cuestiones planteadas por Hubert Cochet en su editorial están muy presentes en el trabajo que numerosos miembros de AGTER están llevando a cabo actualmente. En el último boletín les informábamos del trabajo de reflexión colectiva del Comité Técnico « Tierra y Desarrollo » que AGTER co-organiza con la SCAFR - Terres d’Europe y que trata de la evolución de las estructuras agrarias en el mundo y del futuro de los jóvenes en el medio rural. Las siguientes sesiones, previstas para principios de julio, permitirán, a partir de la presentación de estudios de caso, un análisis cruzado de estos problemas, tal y como se plantean en contextos muy diferentes, incluyendo las zonas de regadío.

A este trabajo hay que sumar dos estudios que AGTER conduce en este momento. El primero está centrado en las asociaciones público-privadas en el desarrollo de la agricultura de regadío en el Sahel y el segundo plantea el problema de los vínculos entre la agricultura familiar y la agricultura empresarial en Costa de Marfil (tanto en la agricultura de regadío como en la de plantación). Parte de los resultados de estos estudios se presentarán próximamente en el marco de los Encuentros de Estudios Africanos en Francia que se celebrarán en Marsella del 9 al 12 de julio. De hecho, AGTER participará en el panel titulado « Agricultura de empresa y agricultura familiar en el África subsahariana: formas, vínculos y modelos de desarrollo ». Encontrarán la composición completa del panel aquí.

A la espera de comunicarles los resultados de las discusiones que resultarán de estas diferentes sesiones les proponemos la selección de artículos y de videos que sigue.

El próximo 5 de julio (14h-17h) : Reunión temática de AGTER : el concepto de agricultura familiar a la luz de la antropología económica. Lugar : AgroParisTech (Paris).