Title, subtitle, authors. Research in www.agter.org and in www.agter.asso.fr
Full text search with Google
Written by: Pauline Vuarin
Writing date:
Organizations: Association pour contribuer à l’Amélioration de la Gouvernance de la Terre, de l’Eau et des Ressources naturelles (AGTER)
Type of document: Paper / Document for wide distribution
Vuarin, Pauline. Rapport de stage AGTER 2007. La pêche artisanale et la libéralisation des échanges.
Los productos de la pesca son una importante fuente de proteína animal para las poblaciones costeras de los países en vías de desarrollo. La pesca y más precisamente la pesca artesanal no puede pensarse sin la noción de soberanía alimentaria 1. La soberanía alimentaria pretende, en particular, garantizar el derecho de los pueblos a acceder a los recursos naturales. En el contexto actual, de la liberalización del intercambio y de la escasez de los recursos pesqueros, este derecho se ve fuertemente atacado.
La pesca artesanal ocupa un rol en las economías de los Estados del Sur. Es una actividad muy arraigada al territorio que contribuye ampliamente con el mantenimiento de las comunidades locales de la zona costera 2. Por cada pescador artesanal embarcado se necesitan 3 empleos en tierra firme para la transformación del producto o su comercialización. Dentro del conjunto de trabajadores que son parte del sector pesquero, el 97% vive en los países en vías de desarrollo (PED). Al sector de la pesca artesanal, siendo un segmento ineludible de la soberanía alimentaria en numerosos Estados, se le debe otorgar su debido valor para poder afrontar lo que se pone en juego en las economías internacionales.
Desde hace 20 años el sector de comercialización de los peces ha sido testigo de un crecimiento sin precedentes, a pesar de que el 70% de las zonas de pesca se explotan al máximo o son sobre explotadas. Los productos de la pesca se van transformando poco a poco en mercancías de gran valor comercial. El valor de las exportaciones de los productos de la pesca pasó de 15 millones de dólares americanos en 1980 a 56 millones de dólares americanos en 2001.
La sobre explotación de los recursos pesqueros y la presencia de grandes flotillas, inducidas por el sesgo de subvenciones al sector, son sobre todo producto de los países de occidente. Para paliar la rarefacción de los recursos de las zonas de pesca, los países occidentales llevaron adelante una fuerte política de importación de productos de mar provenientes de los países en desarrollo, otorgándose al mismo tiempo el derecho de pescar en las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) mediante acuerdos bilaterales. El acceso y control de los recursos escapa poco a poco de las comunidades pesqueras y de los pescadores artesanales. Numerosos Estados costeros contribuyen a esta pérdida del derecho tradicional y habitual de los pescadores artesanales sobre sus recursos naturales, privatizando los recursos pesqueros mediante cuotas transferibles, ampliamente influenciadas por los consorcios industriales del sector pesquero, como Pescanova 3 o los consorcios Norteamericanos, Chinos, Japoneses, y Coreanos.
Mientras que los países desarrollados pescan menos y consumen más, los países en vía de desarrollo pescan más y consumen menos. Este fenómeno plantea una presión sin precedentes sobre las comunidades pesqueras artesanales y, al mismo tiempo, permite controlar el acceso a un producto alimentario primordial para millones de personas en el mundo. Esto ocasiona un gran perjuicio contra las comunidades pesqueras, contra los habitantes de las zonas litorales de los países en vías de desarrollo y atenta contra la soberanía alimentaria. Este fenómeno ha cobrado tal importancia que el sector pescador ah sido invitado formar parte de la mesa de negociación de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Por primera ve en Cancún en el 2003 y durante el mandato de Doha, la OMC discutió sobre temas relativos a la pesca y al comercio internacional de los productos provenientes de ella.
Estos debates se ocupan en particular de la liberalización comercial de los productos de las pesca, liberalización que depende de las negociaciones sobre el Acceso de los Productos No Agrícolas al mercado (su sigla en francés AMNA) 4. Los productos pesqueros no están dentro de los productos agrícolas y son por lo tanto considerados productos industriales. La OMC intenta llevar adelante una política de reducción de las barreras tarifarias y no tarifarias 5 en el marco de las negociaciones del AMNA. La gestión de los recursos naturales y la noción de soberanía alimentaria dependerán entonces de la comercialización de los productos y del mercado internacional. La reducción de las barreras tarifarias disminuyó el rol de los gobiernos en la gestión de sus zonas de pesca y en el manejo de los recursos naturales. La liberalización comercial de los peces y de los productos de mar, a la vez que aumenta el poder de las corporaciones, debilita el derecho internacional del mar 6 7 que otorga la prioridad de jurisdicción a las zonas de pesca a los Estados costeros. Los principales peligros son una intensificación de la explotación de las zonas de pesca en los países en desarrollo (PED) para cubrir la demanda de los mercados financieros a corto plazo, una mayor privatización de los recursos a favor de los consorcios de pesca industrial, y una amenaza inminente al derecho de acceso a los recursos de la pesca artesanal y de las comunidades pesqueras. Los acuerdos y las negociaciones de la OMC sobre la liberalización del comercio de los peces podrían también perjudicar los esfuerzos por preservar las zonas de pesca que llevan adelante las organizaciones regionales y sub-regionales de pescas 8.
La falta de equidad en las negociaciones bilaterales sobre la pesca entre los países desarrollados y los PED no permiten negociaciones multilaterales que respetan el principio de reciprocidad en el seno de la OMC. Las flotillas de los países de la Unión Europea se adjudican el derecho de acceder a las ZEE de los Estados costeros del Sur mientras que las flotillas del Sur no pueden ni pescar en las ZEE de la Unión ni
El Órgano de Solución de Diferencias (en francés su sigla es ORD) de la OMC puede decidir si una norma o una ley nacional esta elaborada conforme a su propia reglamentación y rige en función de las reglas del comercio internacional. Las leyes vigentes en los Estados costeros, que pueden contribuir con la participación de las comunidades pesqueras y promover la pesca artesanal, pueden sin embargo ser consideradas proteccionistas y por lo tanto no cumplir conforme a lo que dice la OMC. Esto es lo que plantea la cuestión de las subvenciones de los Estados al sector.
Las subvenciones al sector de la pesca representan cerca del 20 % de los ingresos de la industria de la pesca a nivel mundial. Participan de la sobre capacidad del sector de numerosos países y favorecen el desarrollo de la pesca ilícita no declarada y no reglamentada. Uno de los mayores problemas del sector es que existen “demasiados barcos para tan pocos peces”
La OMC examina desde hace poco, por el incentivo de un grupo de Estados miembros, los « amigos de los peces » 9 el problema de las subvenciones al sector de la pesca, el cual de lugar a arduas discusiones. Algunos actores del sector de la pesca consideran que la OMC no debe intervenir en cuestiones de subvenciones que tengan que ver exclusivamente con los problemas ambientales y la soberanía alimentaria ligados al manejo de los peces.
De hecho, la OMC define la distorsión del intercambio considerando solamente la distorsión de los mercados de exportación. Las principales distorsiones creadas por las subvenciones de los Estados al sector no son el producto de una competencia de los mercados sino, de la rarefacción de de los recursos pesqueros, y por lo tanto, de una creciente competencia por acaparar estos recursos. Las subvenciones son nefastas ya que alteran los métodos de producción. Dado que los países no subvencionados, cansados de explotar sus recursos, venden sus derechos de pesca a flotas extrajeras que sí están en condiciones de explotarlos, el principal riesgo es que luego sufren el agotamiento de stock en sus zonas de pesca.
Otra de las limitaciones de la intervención de la OMC en este terreno es que todavía no existe información detallada sobre la naturaleza, la amplitud y el impacto de las subvenciones a nivel internacional.
La amenaza principal será que las negociaciones en el seno de la OMC desemboquen en un consenso internacional que rechace las subvenciones en bloque. Los efectos de las subvenciones varían según la naturaleza y la aplicación de los sistemas de manejo de la pesca, según el Estado y la naturaleza del stock de peces, y según el tipo y duración de la subvención. Los efectos que contribuyen con el aumento del esfuerzo para seguir pescando y del desarrollo de la pesca ilícita son en particular las subvenciones para comprar o modernizar los buques, las contribuciones financieras al sector privado, y la existencia de precios impuestos a los pescadores o el pago de derechos para acceder a las ZEE. Sin embargo, algunas subvenciones pueden permitir mejorar el manejo de los recursos pesqueros, apoyar la pesca artesanal, mejorar la capacidad de PED en la gestión de sus zonas de pesca nacionales, y reforzar la formación de los pescadores. Las subvenciones pueden, en este contexto, mejorar la seguridad alimentaria y los medios de supervivencia de las comunidades pescadoras y hasta contribuir con la preservación de lo recursos.
El Código de conducta para una pesca responsable, elaborado por la FAO, establece las directivas técnicas para un comercio de peces responsable y contiene principios para un manejo de peces adecuado e integrado al territorio. Para prorrogar esta dinámica, el Foro Mundial de Pescadores y Trabajadores del Mar (FMPTM) 10 adopta la postura hacia una nueva disciplina del comercio mundial de los peces 11 que no sería supervisado por la OMC, sino por las Naciones Unidas y la FAO y que se basaría en la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Este sería un nuevo sistema capaz de poner en su lugar las normas de la Agenda 21 sobre la protección de las comunidades de pescadores.
También se pronuncia a favor de una nueva gobernanza del sector pesquero que aspirará a una mayor participación de las comunidades de pescadores en las negociaciones nacionales e internacionales.
El sector de la pesca no puede ser manejado solamente sobre la base de la ley de comercio debido a su interdisciplinariedad. La soberanía alimentaria, el manejo del patrimonio pesquero mundial, la durabilidad de la pesca a pequeña escala son temas que merecen ser abordados con atención y ser considerados primordiales.
1 Avendano, Pedro La pesca en la discusión de la soberanía Alimentaría, WFF (FMPTM), abril 2006, p.21
2 Avendano, Pedro ¿En el desarrollo rural hay espacio para el desarrollo territorial de las comunidades de pescadores artesanales, teniendo presente el contexto de globalización? WFF (FMPTM), 2006. p.15
3 Pescanova: Consorcio español que opera con capitales de la Unión Europea. Primer poseedor de cutoas de pesca en el mundo.
4 Avendano, Pedro OM y Nama, el futuro de la OMC no es futuro de un mundo mejor, WFF (FMPTM), maiyo 2005, p.19
5 Barreras no tarifarias: normas y procedimientos técnicos, medidas sanitarias y fitosanitarias.
6 Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, 1982.
7 Avendano, Pedro Convención de la Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar- CONVEMAR, documento de trabajo, WFF (FMPTM), agosto 2004, p7
8 Instrumentos de gestión de los recursos y administración de la pesca a la escala de las regiones del mundo.
9 Amigos de los peces: Australia, Nueva Zelanda, Islandia, Estados Unidos
10 Avendano, Pedro. Fracaso de las negociaciones OMC y nuevas orientaciones, reflexión del WFF (FMPTM), noviembre 2006, p.9
11 Avendano, Pedro. Role of small-scale and artisanal fisheries vis a vis international trade rules of fishery products, WFF (FMPTM), p.12
Traducción del francés al castellano : Maïten Vargas