Los desafíos de la pesca artesanal en el siglo XXI

Desde hace varios años, la pesca enfrenta una crisis sin precedentes debido al agotamiento progresivo de los stocks de peces y la degradación del medio. La productividad comercial de los océanos se encuentra en su más bajo nivel, 75% de las zonas de pesca más importantes del mundo son sobreexplotadas.

La disminución de los recursos pesqueros corre el riesgo de empeorar ya que asistimos a una ola de apropiación privada del espacio marítimo, fomentada por los intereses de la pesca industrial.

Las Cuotas Individuales Transferibles (CIT) et las Cuotas Individuales de Pesca (CIP) se encuentran en este lógica que tiende hacia la privatización de la materia viva. Los que controlan el capital de la pesca se han convertido en propietarios de la riqueza piscatoria de los océanos, la cual antes formaba parte de los bienes de uso público.

En cambio, aún hoy en día, la pesca artesanal y tradicional contribuye de manera esencial a la seguridad alimentaria y a la vida social y econónomica de las regiones en dónde se practica. 50% del pescado utilizado para la alimentación humana proviene de la pesca artesanal de pequeña escala. Este tipo de pesca que utiliza otros esquemas de protección de los recursos y de reconocimiento de los derechos de los pescadores, constituye un modelo de gestión responsable y sostenible para las zonas costeras, los ríos, los océanos y sus recursos.

La demanda de los consumidores no deja de crecer y se teme que los productos de la pesca sean dirigidos cada vez más hacia el Norte, desfavoreciendo a las poblaciones pobres del Sur.

Conscientes de lo que está en juego, las comunidades de pescadores artesanales y las organizaciones de pescadores y trabajadores del mar se agruparon en redes locales o regionales y se movilizan desde hace algunos años para :

• formular alternativas de gestión de la pesca y de los recursos piscatorios

• exigir una participación de los pescadores en los procesos de decisión a diferentes niveles de gobernanza.

La gestión de los recursos piscatorios y de la acuacultura plantea hoy en día interrogantes muy similares a las de gestión de la tierra y de la agricultura. En ambos casos encontramos la oposición entre las grandes estructuras de explotación y las estructuras familiares. Por un lado, la gestión de los recursos costeros y por otro lado, la distribución de los derechos de acceso a los recursos piscatorios plantean problématicas idénticas a las de gestión de los territorios rurales y de acceso a la tierra. Analizar paralelamente estas dos problématicas resulta totalmente pertinente y fecundo. Ya comenzaron a establecerse alianzas interesantes entre pequeños agricultores y pequeños pescadores.

Pedro Avendaño, Secretario ejecutivo del Foro Mundial de Pescadores (una organización creada en octubre de 2000 en Loctudy (Bretania, Francia) que reúne a organizaciones nacionales de pescadores de América Latina, de América del Norte, de Africa, de Asia y de Europa) y Juliette Decoster, de la Fundación Charles Léopold Mayer, coordinaron la preparación del Cuaderno de Propuestas sobre la gestión de recursos piscatorios. Este documento recibió el apoyo del Colectivo Internacional de Apoyo al Pescador Artesanal (CIAPA).