Eventos en China. (Ed. # 7)

Miles de personas han muerto este año en China a causa de las inundaciones, los corrimientos de tierras y los tifones. Cientos de miles o millones de personas han perdido todos sus bienes y sus hogares. Las pérdidas en los cultivos de cereales se estiman en un mínimo de cuarenta millones de toneladas en el primer semestre del año.

Se considera el calentamiento global como la principal causa de las fuertes y violentas lluvias responsables de estos desastres. Pero otro aspecto está en juego: las exacerbadas consecuencias de las precipitaciones plantea la cuestión del impacto ambiental ocasionado por el proceso de expansión de las actividades industriales, de las mineras y de la construcción de infraestructuras a expensas de las tierras utilizadas previamente por las comunidades locales.

Después de las catastróficas inundaciones de 1998, se adoptaron medidas radicales para reducir el impacto de los desastres naturales. En primer lugar, el estado ordenó la construcción de grandes infraestructuras para el control de inundaciones, especialmente a lo largo de los diques del Yangtsé, que se habían roto en varios lugares. Por otra parte, para detener el proceso de erosión, se ha puesto en marcha un programa de re-forestación -el más ambicioso del mundo- indemnizando a los agricultores que abandonan el cultivo de laderas y que plantan árboles. Las talas han sido estrictamente prohibidas en todos los bosques existentes, incluidos los privados

Mientras tanto, el estado ha mantenido firmemente la prioridad de acelerar el crecimiento económico, sobre todo en las regiones más pobres del Noroeste. Este enfoque se traduce en la aplicación de políticas para fomentar la inversión y el apoyo financiero destinadas a la ampliación de las estructuras de producción agrícolas. Estas medidas van acompañadas por la construcción de infraestructuras, especialmente para la rápida expansión de la red de carreteras y el suministro de energía en las zonas urbanas. La explotación minera incontrolada y la construcción de represas hidroeléctricas tienen un impacto en el equilibrio y el funcionamiento de las cuencas hidrográficas. En muchos casos estas obras se hacen en tierras montañosas que pertenecen a colectividades locales que poseen el derecho de propiedad. Sus derechos de uso y de usufructo son cedidos por los responsables locales mediante indemnización. Consideradas como baldías, esas tierras eran utilizadas principalmente por las comunidades rurales para actividades de pastoreo, para simples cosechas o para leña de calefacción.

Ante la magnitud de los desastres, el Estado Chino se orienta y es incitado por distintos actores, organizaciones no gubernamentales e investigadores, a tomar medidas para encontrar un equilibrio entre el crecimiento económico y la protección del medio ambiente. Sobre todo porque el impacto del clima sobre los ambientes fragilizados no son la única señal de alerta. Los accidentes industriales contaminantes se multiplican: fuga de petróleo crudo en el puerto de Dalian a mediados de julio, explosión de una fábrica de plásticos en Nanjing, barriles de productos químicos altamente tóxicos arrastrados por las inundaciones.

En este enlace se puede leer un estudio de caso que ilustra cómo un proyecto industrial cuestiona los derechos de propiedad de las poblaciones chinas. Por otra parte, próximamente, se organizará en Nogent-sur-Marne una reunión temática sobre la cuestión de la tierra en China. Muy pronto recibirán más información al respecto.

Sylvie Dideron, Miembro del Consejo de Administración de AGTER

El Comité technique «Foncier et développement pidió a AGTER en junio 2009 que animará la reflexión de un grupo de trabajo ampliado sobre el tema de los acaparamientos de tierras a gran escala. Este trabajo, financiado por la Agencia Francesa de Desarrollo, esta publicado como el libro blanco de los actores franceses de la Cooperación.

Se cuestiona en el documento el sentido de la palabra inversiones. Los autores se preguntan cuales son las inversiones que la humanidad necesita para lograr la seguridad alimentaria y preservar le medio ambiente. Las propuestas han sido elaboradas a partir de dos grandes principios :

• 1. la defensa de los derechos existentes de las poblaciones sobre la tierra y los recursos ;

• 2. la necesidad de reconocer derechos colectivos de control y regulación sobre los usos que se hacen de la tierra

Las propuestas se desarrollan a diferentes niveles : nacional, regional y mundial. Los autores reconocen la importancia que pueden tener medidas voluntarias, pero insisten en que el problema no podrá ser resuelto apoyándose únicamente en la buena voluntad de empresas « socialmente responsables ». Invitan a las diferentes partes a :

• contribuir desde ahora a la implementación de un marco jurídico vinculante a nivel mundial, cuyas leyes se tengan que respetar, y mecanismos de sanciones que hagan que su respeto sea realmente obligatorio ;

• desarrollar políticas y mecanismos que recompensen el trabajo y la eficiencia económica, y que redistribuyan además las rentas que no provienen del trabajo y no hayan podido ser eliminadas.

Esperamos que este trabajo esencial sera difundido el más posible para que estas propuestas, diferentes de lo que se ha mencionado en las instituciones internacionales, se encuentran un amplio eco y proporcionan una base para la reflexión de todos en este tema .

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